Cada vez que tengo la oportunidad hago énfasis en que Guatemala es el cuarto país de mayor riesgo a desastres en el mundo. Situación preocupante y hasta vergonzosa. Aunque han habido importantes avances en materia de prevención, preparación y en general en la Gestión Integral para la Reducción del Riesgo de Desastres, aún nos hace falta mucho trabajo para alcanzar un nivel aceptable de protección.

Hoy nos vamos a enfocar en dos de las Normas de Reducción de Desastres ya vigentes en nuestro país. Me refiero a las Normas Mínimas de Seguridad en Edificaciones e Instalaciones de Uso Público –NRD2- y las Normas Mínimas de Seguridad en Eventos Socio-Organizativos y Espectáculos Públicos –NRD4-.

El objetivo de estas normas es establecer criterios técnicos que deben observarse para resguardar a las personas en caso de eventos de origen natural o provocado que puedan poner en riesgo su integridad física. Desafortunadamente, aunque su cumplimiento es obligatorio, son relativamente pocos los lugares y eventos que las han implementado.

Si Usted es una de esas personas que tiene la obligación de implementarlas pero aún no lo ha hecho, aquí le presento 6 razones por las que le conviene hacerlo lo antes posible:

1. Salvar vidas. Creo que en este punto no puede haber discusión. La correcta implementación de las Normas de Reducción de Desastres salva vidas. Los eventos trágicos del pasado nos han dejado importantes lecciones sobre el valor de estar adecuadamente preparados. Ignorar estas lecciones no solo es peligroso, es irresponsable. Tristemente hay demasiados ejemplos de cómo miles de personas han perdido la vida porque las salidas de emergencia estaban cerradas con llave o simplemente no existían. Otro gran asesino es el caos que resulta cuando se presenta una emergencia y no hay un plan para manejar ese tipo de contingencias resultando en pánico, estampidas y personas que pierden la vida al ser aplastadas tratando de evacuar.

2. Estar mejor preparados para una emergencia o desastre. Como lo mencioné al principio, Guatemala es uno de los países más expuestos a la ocurrencia de desastres. Esto nos obliga a estar mejor preparados si queremos reducir el efecto de estos incidentes. Estar adecuadamente preparados no solo salva vidas, también reduce las pérdidas económicas y nos permite recuperarnos más rápidamente.

3. Es la ley. Salvar vidas y estar mejor preparados deberían ser razones más que suficientes para implementar las Normas de Reducción de Desastres. Sin embargo, si eso no lo convence Usted debe saber que hoy en día es una obligación legal cumplir con estas normas. El artículo 3, inciso a) del Decreto 109-96 le da la facultad a la CONRED para establecer normas que propicien la reducción de los desastres. El artículo 4 de esa misma ley establece que todas las personas naturales y jurídicas están obligadas a participar en todas las acciones que sean necesarias para prevenir o reducir el impacto de un desastre. Además, tanto la NRD2 como la NRD4 han sido debidamente aprobadas por el Consejo Nacional para la Reducción de Desastres y publicadas en el Diario de Centroamérica.

4. Evitar pagar multas. El no implementar adecuadamente las Normas de Reducción de Desastres puede resultar en la imposición de fuertes multas. El artículo 118, inciso g) del Acuerdo Gubernativo 49-2012, Reglamento de la Ley de CONRED establece una multa de cincuenta a cien salarios mínimos mensuales, vigente para las actividades agrícolas. En caso se ponga en peligro la vida de personas, la multa será entre trescientos a quinientos salarios mínimos mensuales, vigente para las actividades agrícolas. Esto significa que la multa por no cumplir con la NRD2 o la NRD4 podría ser de hasta un millón doscientos cuarenta y ocho mil quinientos veinte Quetzales (Q. 1,248,520.00).

5. Protección legal. Poco a poco nuestro país va avanzando en la institucionalidad, en la exigencia del cumplimiento de sus leyes y en el combate a la impunidad. El Ministerio Público ha fijado un importante precedente al presentar una denuncia penal por homicidio culposo contra dos funcionarios responsabilizándolos de la muerte de cientos de personas en la reciente tragedia de Cambray II por no haber dado cumplimiento a las indicaciones y advertencias de CONRED. El cumplir con las Normas de Reducción de Desastres le da la tranquilidad de que ha actuado responsablemente y en caso de un incidente no puede ser acusado por negligencia. Por el contrario, el no cumplir con la normativa vigente lo expone a demandas civiles y penales.

6. Es más barato que un abogado. A estas alturas, después de haber leído las cinco razones anteriores Usted debe estar convencido que le conviene implementar las normas inmediatamente. Sin embargo, le dejo un último punto de reflexión. Prevenir siempre es mejor que lamentar. Cumplir con las normas de reducción de desastres no solo es una buena inversión, también es mucho más económico que tener que pagar abogados para que lo defiendan de una acusación civil o penal.

Espero haberlo motivado a reflexionar sobre este importante tema. Todos tenemos la obligación de cumplir con las normas de reducción de desastres. Su implementación es relativamente fácil y no representa mayores costos. Sobre todo si ponemos en la balanza lo que podemos ganar y las consecuencias que representa el ignorar nuestra obligación y responsabilidad.

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Ing. Alejandro Maldonado Lutomirsky

DR3 Consulting

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